En las colinas de Killesberg. Stuttgart, encontramos esta residencia diseñada por Werner Sobek y que representa a la primera vivienda activa del mundo. En la colonia Weissenhof, donde se asienta, grandes arquitectos revolucionaron el mundo de la arquitectura y los materiales en los años veinte del siglo XX. Parte de estas viviendas fueron destruidas en la Segunda Guerra Mundial y posteriormente reconstruidas. Ahora, un nuevo y progresivo edificio, orientado hacia el futuro ocupa una parcela este barrio. Consturida a lo largo de tres años en ella se han implantado una gran cantidad de innovaciones que van desde los materiales hasta el sistema de gestión de energía.
El proyecto de investigación se ha denominado "B10", abreviación de la dirección Bruckmannweg 10, en la que se sitúa la primera casa activa del mundo. Gracias a un concepto de energía sofisticada y un sistema de control de autoaprendizaje la casa es capaz de generar el doble de energía que consume, y todo a partir de fuentes sostenibles.
Ecocasa de diseño de John Grable Architects
Casa con fachada vegetal de Vo Trong Nghia