Los interioristas de Casamanarase habían enfrentado ya a diversos espacios abiertos en la ciudad de Nueva York, pero en esta ocasión se trataba de la remodelación de un espacio singular en una antigua fábrica de botones que posteriormente se habia convertido en el local de ensayo de un conocido bailarín. Debla y Piero Manara (hermanos y socios de la firma Casamanara) se enfrentaron al reto de mantener la esencia pura del loft neoyorquino caracterizado por grandes espacios abiertos y crear al mismo tiempo un espacio acogedor e íntimo. El objetivo es que todos los miembros de la familia así como sus amigos pudieran compartir un mismo espacio sin sentir agobios.
Para ello, los diseñadores decidieron recurrir a la arquitectura residencial japonesa en la que la la luz natural y la determinación de un movimiento que va del claro al oscuro, supone también realizar una transcisión entre lo privado y lo público. De este modo, las ventanas estaban abiertas a las vistas de la ciudad.
La habitación principal es abierta y espaciosa. Tres paredes correderas hacen las veces de divisiones móviles que permiten controlar la luz y ampliar o reducir la sensación espacial. Gracias a estas paredes se logra además el objetivo de que todos los mimbros de la familia estén en una misma sala aunque conectados de algún modo entre sí.
"A lo largo del proyecto hemos tratado de usar variedad de materiales y revestimientos. Para las paredes, elegimos principalmente una textura rústica conocida como "marmorino" (técnica veneciana que combina la pasta con polvo de mármol) en algunos tonos neutros y tonos oscuros creando contraste, reforzando la idea del claroscuro" comentan desde el estudio. Para el suelo se seleccionó madera de roble.
Un sofá customizado, diseñado por Piero, se colocó en la sala de estar para ayudar a definir el área social. Éste se ha acompañado con una alfombra gris y una mesa de centro, diseño de Paul Evans, una pieza clásica del diseño, creada en la década de 1970. En la esquina, una escultura del artista franco-gabonés Owanto completa la decoración del espacio.
En la cocina el Mármol rojizo armoniza con el resto de elementos del proyecto, ya que se ha utilizado un tono similar en los detalles de las sillas y la alfombra en el comedor. Uno de los puntos principales del proyecto es el comedor. Piero y Debla eligieron sillas y una mesa de la diseñadora Charlotte Perriand, de la firma italiana Cassina. En el dormitorio principal se ha optado por un diseño clásico apoyado en un cabecero de cama de gamuza de cuero de Elitis.