Esta vivienda de 370 metros cuadrados diseñada por Anastasia Arquitectos se sitúa en uno de los barrios más exclusivos de la ciudad brasileña de Belo Horizonte. El enfoque arquitectónico busca maximizar la integración de las áreas exteriores e interiores, difumianado sus fronteras, y, a continuación, aumentando la sensación de amplitud. Debido al tamaño reducido de la parcela -450 metros cuadrados-, los espacios residuales y de circulación prácticamente se han eliminado (por ejemplo, no hay ninguna entrada definida en la vivienda con el objetivo de mantener una cierta permeabilidad entre el jardín y el interior, para acceder se han instalado grandes puertas giratorias en la fachada).
La planta es rectangular y compacta, y se extiende hasta los límites laterales de la parcela. Las habitaciones reciben iluminación tamizada gracia al uso de cristal tipo u-glass que actúa como un buen aislante térmico debido a la existencia de una capa de aire entre las láminas de vidrio. El interior además recibe luz natural a través de un jardín interior situado en el salón que permanece cubierto por una pérgola de vidrio. Por lo tanto, la casa se inunda de luz natural cenital e indirecta durante el día, evitándose además el calor excesivo de la luz solar directa.
El viento predominante proviene de la calle, por lo que las puertas giratorias funcionan como reguladores de la ventilación natural interior. Pueden permanecer totalmente abiertas en el verano favoreciendo la ventilación cruzada, o cerradas en el invierno, e incluso semi abiertas si se desea poca ventilación.
La residencia se estableció en el nivel de la calle, un metro por encima del terreno natural, con el fin de evitar irregularidades y mejorar la accesibilidad de las áreas sociales. Y, también de este modo proteger más la vivienda de la humedad del suelo. Es importante recordar que una de las razones para la implantación de una planta compacta, reduciendo su huella, fue aumentar la permeabilidad del suelo, algo que realmente se necesita en nuestras ciudades.
Los colectores solares (que cumplen con la casa y la piscina) ocupan la mayor parte de la cubierta imposibilitando su uso como terraza al aire libre. El resultado ha sido una residencia Ultraligeros (a pesar de su estética de hormigón a la vista), generosamente iluminada y ventilada, con espacios agradables que invitan a hacer el mejor uso posible de la superficie exterior.