Esta vivienda en la
Haya, Holanda, es un gran ejemplo de conexión entre el pasado de un edificio de carácter histórico y el presente, marcado por una interesante colección de obras de arte contemporáneas. Propiedad de
Theo-Bert de
Nice Stuff Collector, el apartamento de 90m2 se encuentra en un edificio de principios del Siglo XX donde conviven coloridad obras de arte con elementos clásicos franceses, como los
boiseries. Colores neutros como grises o verdes se convinan entre sí para crear un juego cromático único con un resultado muy armonioso.
Las plantas también juegan un papel importante en este interior, ofreciendo un toque de frescor. "Me encanta la sensación de acogimiento que dan las plantas dentro de la casa. Cuando mayor es la variedad mejor", explica Theo. "También tenemos un pequeño jardín en el exterior. Es importante traer la naturaleza a una ciudad gris."
Los paneles con papel pintado de color son una opción para quien busca incrementar un espacio monocromático, sin interferir mucho en la decoración general. Además de eso, da versatilidad al propietario para cambiar en el futuro el aspecto de la habitación.