Esta vivienda situada en el municipio de Castrovillari, al sur de Italia, ha sido bautizada por sus arquitecto como la vivienda monolítica. Brain Factory han creado un interior minimalista con algunos toques de clasicismo a través de un concepto creativo que juega con las sustracciones volumétricas de un bloque monolítico. Las majestuosas vistas de las montañas del macizo Pollino, claramente visible desde las luminosas ventanas del apartamento, conducen a la elección de la piedra como materia prima conceptual.
Además de piedra, material natural predominante es la madera que aporta calidez al ambiente de la entrada, un lugar en el que el visitante se encuentra envuelto inmediatamente en un ambiente surrealista: una lluvia de cristales de Swarovski adornan las paredes, salpicándola de destellos. Adheridos a la pared dos apliques que simulan sendas lamparas clásicas contribuyen aún más a crear un ambiente de fantasía.
En el interior encontramos un elemento de tensión constructiva, es la partición de las pared de piedra entre la cocina y la sala de estar. Esta especie de isla conecta ambos espacios pero al mismo tiempo los mantiene separados. La sala de estar ha sido pensada para reunir a una gran cantidad de invitados, por ello, se ha optado por establecer un largo sofá rinconera como protagonista. La mesa central se caracteriza por una gran ligereza visual conseguida a través del uso de mobiliario de alambre entra el que encontramos un clásico como la silla Eames.